¿Cómo funcionan los pedales del coche?

El manejo de los pedales del coche es algo con lo que hay que lidiar cuando comienzas a conducir. Pero, además de esto, la convivencia de coches manuales y coches automáticos hace que tengamos que tener muy presentes cuáles son los pedales del coche y su uso, para poder pasar de uno a otro sin sufrir contratiempos.

Fecha: 14/10/2021
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¿Para qué sirven los pedales?

En los coches con caja de cambios manual, es decir, los que se han utilizado desde hace décadas, encontramos tres pedales: el acelerador, el freno y el embrague.

El uso del acelerador es el que determina la velocidad del vehículo. Se encarga de regular el paso de carburante a los cilindros para adaptar la potencia del motor.

El freno nos permite reducir la velocidad del vehículo y detenerlo.

Los dos anteriores son comunes también en los modernos coches automáticos. Sin embargo, la diferencia está en que los manuales incluyen uno que estos no tienen: el embrague. Y, ¿para qué sirve el embrague? Sin duda, se trata del pedal que más quebraderos de cabeza suele ocasionar. Este pedal se encarga de acoplar y desacoplar el motor a la caja de velocidades. De ahí que sea necesario utilizarlo para cambiar de marchas.

¿Cómo usar el pedal del acelerador?

Probablemente el acelerador sea de los pedales del coche el más sencillo de utilizar. Su función es hacer que el motor envíe más potencia a las ruedas y así conseguir el movimiento que permite que el vehículo se desplace.

Su uso está estrechamente vinculado con el consumo de combustible. Es decir, cuanto más suave utilices el acelerador, menos consumirá el coche. Sin embargo, si lo pisas con fuerza el coche correrá más y el consumo se incrementará considerablemente.

Es muy importante saber que no todos los coches ofrecen la misma sensibilidad en sus pedales, por lo que debes ser consciente cuando conduces un coche diferente al habitual de cómo afecta su uso a la velocidad del vehículo para no excederte en ningún momento.

¿Cómo usar el pedal del freno?

En el momento en que pisamos el freno, lo que estamos haciendo es activar una bomba hidráulica que envía el líquido de frenos situado en el circuito hacia las pinzas. Este líquido es el que consigue que el coche reduzca la velocidad o se detenga al ejercer presión a través de los pistones y propiciar que las pinzas presionen las pastillas de freno o bandas contra el disco de freno o tambor. De esta manera, se provoca una fricción entre ambas partes y se consigue detener el movimiento de las ruedas.

El uso del freno es muy sencillo dentro de los pedales del coche.  No obstante, es necesario saber que no todos los frenos ejercen la misma presión a la hora de detener el vehículo, ya que podemos encontrar diferentes distancias de frenado, condicionadas muchas veces por el propio peso o envergadura del vehículo. Así, si conduces un coche pequeño es probable que, al pisar el freno, el coche se detenga en una distancia inferior a si conduces un coche grande que implica un mayor peso, cuya distancia de frenado puede ser mayor y prolongarse unos cuantos metros.

A el pedal del freno tenemos que sumar la ayuda del freno de mano. Además de su uso en el momento de detener el coche para estacionarlo, el freno de mano nos puede ayudar a potenciar la efectividad del pedal del freno en los momentos en los que necesitemos hacer uso de una frenada de emergencia, que deberemos indicar con las luces de emergencia del coche para avisar al resto de vehículos a nuestro alrededor.

¿Cómo usar el embrague?

Los problemas a la hora de utilizar el embrague son muy comunes y es de los pedales del coche el que más quebraderos de cabeza puede llegar a traer. Sin embargo, salvo en los coches automáticos, en los que este pedal ha desaparecido, en los manuales juega un papel crucial ya que es el encargado de que la fuerza del motor se transmita hasta las ruedas.

Al pisar el embrague, lo que se consigue es separar o juntar el movimiento giratorio del motor con la caja de marchas. Es por eso que hay que medir la presión que ejercemos sobre él para realizar el cambio de marcha en el momento preciso, cuando lo estamos pisando a fondo.

El embrague tiene también un papel fundamental a la hora de arrancar el coche, ya que hay que realizar un pequeño juego de pies junto al pedal del acelerador para que el coche comience a circular.

Saber utilizar los pedales del coche es cuestión de práctica. Hay conductores que disfrutan tanto con ellos que incluso echan en falta el embrague en los coches automáticos. ¿Eres tú de ellos, o preferirías que no existiera ninguno?