Los líquidos del coche más importantes a revisar

Hasta las personas con los más básicos conocimientos sobre coches, saben que hay líquidos del coche imprescindibles de revisar, como la gasolina o el aceite, pero hay otros líquidos fundamentales para el correcto funcionamiento de tu automóvil que también necesitan de tu supervisión.
Una revisión periódica que te permita averiguar los niveles, cantidades y estados de las piezas, son prácticas ineludibles para garantizar un coche libre de averías.
Vamos a recordarte cuáles son esos líquidos del coche que has de revisar y cuidar, y cuáles son las ocasiones en las que deberás sustituirlos.

Fecha: 05/04/2022
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¿Cuándo hay que revisar los líquidos del coche?

Lo primero para comprobar los líquidos de tu coche es colocar el vehículo en un área plana y en horizontal, evitando cuestas. Procede a levantar el capó y localizar e identificar con la ayuda del manual, los depósitos que necesitan ser revisados.

Hay muchos líquidos en el mercado creados para este fin. Limpieza del cristal, quitar las gotas de agua procedentes de la lluvia, repeler insectos, olores,
La regularidad con la que has de revisar y cambiar los líquidos del coche la definen factores como su uso, el sitio donde aparcas y la estación del año.

Estos son los líquidos a revisar del coche más importantes

Aceite:

Es uno de los líquidos cuya revisión tenemos más automatizada puesto que todos sabemos de los graves problemas que puede acarrear el no cambiar el aceite, llevarlo a niveles bajos o incluso por encima de ellos.

El aceite es el fluido que tiene por misión la lubricación y protección del motor. Se encarga también de frenar el desgaste ocasionado por la fricción y el contacto de los elementos. El correcto funcionamiento del motor depende directamente del aceite y el fabricante es el que nos indicará la frecuencia con la que cambiarlo.

Lo habitual es hacerlo una vez al mes, sobre todo previamente a hacer largos viajes, o cada dos semanas si se trata de un vehículo más antiguo. Normalmente esto se hace cada 3000 o 5000km, según modelo y fabricante.

Si ya tienes el coche colocado en un lugar plano y horizontal como te dijimos antes, extrae la varilla de medición y límpiala. Inserta de nuevo la varilla hasta el fondo y sácala una vez más. Al final de la varilla verás dos muescas que representan los niveles mínimo y máximo. Asegúrate de ver donde se halla la marca del aceite.

En el caso de encontrarse en un nivel bajo, lo más recomendable es ir al taller y solicitar un cambio de aceite. Los coches con más tiempo suelen consumir una cantidad más alta de lubricante. Si el nivel es mínimo puedes añadir aceite. Si por el contrario el nivel es alto, en el taller te quitarán el exceso.

Refrigerante:

Se trata de uno de los líquidos más importantes del vehículo y su correcto funcionamiento puesto que se encarga de evitar la congelación del agua del circuito a la par que se desprende de él por medio del radiador. Si no se encuentra en óptimas condiciones no evitará el sobrecalentamiento.

Si has descuidado los niveles de refrigerante podrían fundirse los pistones e incluso detonar una explosión. La frecuencia de revisión se recomienda entre los 20.000 y 30.000 km y cambiarlo en su totalidad cada 4000km o dos años.

Líquido de frenos:

El circuito hidráulico del líquido de frenos es absolutamente imprescindible para tu seguridad. Es el encargado del sistema de frenado, por lo que su descuido provocaría una mayor distancia de frenado.

Este líquido conviene ser cambiado cada dos años debido a que la humedad puede provocar que se deteriore el producto y baje el tiempo de ebullición. Hazlo siempre con el motor en frío y suele tener un tapón de color negro con letras amarillas.

Líquido de dirección:

Solo afecta a los vehículos con dirección asistida hidráulica. La frecuencia adecuada es anual como poco. El proceso es sencillo. Identifica el depósito que suele llevar un volante dibujado, mete la varilla como con el aceite y asegúrate de que el nivel se halla entre el mínimo y el máximo.

Agua del limpiaparabrisas:

Uno de los líquidos más olvidados pero que también podría crearte problemas de no ser cambiado a tiempo. Es indispensable que este depósito esté siempre lleno porque la acumulación de polvo, tierra y suciedad en las lunas hace más difícil una clara visión de este, aparte de poder provocar accidentes

Hay vehículos que poseen tecnología por la cual te avisan cuando los niveles están bajos, pero si el tuyo no es uno de esos, comprobarlo es muy fácil. Es posible volver a llenarlo cuando al presionar el botón, no sale agua. Si el nivel es bajo, habrás de utilizar un embudo. Si es alto en este caso no generará ningún problema.