¿En qué consiste la prueba de ruidos en la ITV y cómo evitar problemas?

Cuando pensamos en la ITV (Inspección Técnica de Vehículos), lo primero que nos viene a la cabeza son las revisiones de emisiones, frenos o luces. Sin embargo, existe otro aspecto que también se controla y que muchos conductores desconocen: la prueba de ruidos en la ITV.

Fecha: 25/08/2025
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Cuando pensamos en la ITV (Inspección Técnica de Vehículos), lo primero que nos viene a la cabeza son las revisiones de emisiones, frenos o luces. Sin embargo, existe otro aspecto que también se controla y que muchos conductores desconocen: la prueba de ruidos en la ITV.
Aunque pueda parecer un detalle menor, el nivel de ruido que emite tu vehículo es un factor que influye tanto en la seguridad como en el impacto medioambiental y la convivencia ciudadana. Si no cumple con los límites establecidos, puede suponer un motivo de rechazo en la inspección.

En este artículo te explicamos en qué consiste esta prueba, qué ruidos de coche pueden ser problemáticos y cómo evitar sorpresas desagradables cuando acudas a tu próxima revisión.

¿Por qué se realiza la prueba de ruidos en la ITV?

La prueba de ruidos de coche tiene como objetivo comprobar que el vehículo no supera los límites legales de emisión sonora establecidos por la normativa. El exceso de ruido no solo es molesto, sino que también puede indicar un problema mecánico o una modificación no autorizada del escape o de otros elementos del vehículo.

El ruido excesivo puede deberse a:

  • Defectos en el sistema de escape (agujeros, corrosión o piezas sueltas).
  • Sustitución del silencioso por uno no homologado.
  • Modificaciones ilegales en el motor o el escape para aumentar el rendimiento.
  • Desgaste o rotura de piezas que provocan vibraciones o golpes metálicos.

¿Cómo es la prueba de ruidos en la ITV?

Durante la inspección, los técnicos utilizan un sonómetro para medir los sonidos de coches en condiciones controladas. El procedimiento general es el siguiente:

  • Colocación del sonómetro: se sitúa a una distancia y altura específicas con respecto al tubo de escape, según lo establecido en la normativa.
  • Aceleración controlada: se pide al conductor que mantenga el motor a un determinado régimen de revoluciones.
  • Medición: el sonómetro registra los decibelios emitidos.
  • Comparación con el límite legal: el valor medido se compara con el máximo permitido para ese tipo de vehículo y año de matriculación.

Si el resultado supera el límite, se considera un defecto grave y el vehículo no pasa la ITV hasta que se subsane el problema.

¿Qué ruidos de coche pueden dar problemas en la ITV?

No todos los ruidos del coche son iguales. Aunque siempre es recomendable conocer las principales partes del motor y su funcionamiento, saber identificar el origen de determinados sonidos de coches puede marcar la diferencia. Algunos ruidos son simplemente molestos, pero otros pueden indicar averías que afecten al resultado de la prueba de ruidos en la ITV. Entre los más habituales encontramos:

  • Escape ruidoso: provocado por fugas, roturas o modificaciones no homologadas.
  • Golpes metálicos: suelen deberse a piezas sueltas en el motor, la suspensión o los frenos.
  • Chirridos: procedentes de correas desgastadas, frenos o componentes de la dirección.
  • Vibraciones: generadas por soportes de motor deteriorados o desequilibrio en las ruedas.

La prueba de ruidos en la ITV se centra principalmente en el escape, pero un inspector también puede advertir otros sonidos anómalos que indiquen fallos mecánicos y recomendar su reparación.

Consejos para evitar problemas en la prueba de ruidos de la ITV

Si quieres superar la inspección sin contratiempos, es recomendable seguir estos pasos:

  • Revisa el sistema de escape antes de la ITV
    Comprueba que no haya agujeros, piezas oxidadas o soldaduras rotas. Si tienes dudas, acude a un taller para una revisión rápida.
  • Evita modificaciones no homologadas
    Montar un silencioso deportivo o modificar el escape para aumentar el sonido puede hacer que tu vehículo no pase la prueba. Solo se permiten cambios que cuenten con la homologación correspondiente.
  • Mantén el motor en buen estado
    Un motor mal ajustado o con piezas desgastadas puede generar vibraciones y ruidos adicionales. Realizar mantenimientos periódicos ayudará a reducir el riesgo.
  • Revisa las fijaciones y soportes
    Asegúrate de que el escape y el motor estén bien sujetos. Un soporte roto puede provocar que el tubo de escape golpee contra el chasis, aumentando el ruido.
  • Atiende a los sonidos inusuales
    Si notas un ruido nuevo o más fuerte de lo habitual, no lo ignores. Detectarlo y repararlo a tiempo te evitará problemas tanto en la ITV como en tu seguridad al volante.

¿Qué ocurre si no pasas la prueba de ruidos de la ITV?

Si tu coche no supera la prueba de ruidos ITV, recibirás un informe con un defecto grave. Esto significa que:

  • No podrás circular con el vehículo salvo para ir al taller o volver a la ITV.
  • Tendrás un plazo determinado (generalmente 2 meses) para reparar el problema.
  • Una vez solucionado, deberás volver a pasar la inspección.

Ignorar este requisito no solo supone una infracción, sino que puede acarrear sanciones económicas y la inmovilización del vehículo.

La prueba de ruidos de coche en la ITV no es un trámite menor, sino un control importante para garantizar que los vehículos circulen sin generar un exceso de contaminación acústica. Además, pasar esta prueba es sinónimo de que tu coche está en buen estado mecánico, lo que repercute directamente en tu seguridad y en la de los demás.

En definitiva, prestar atención a los ruidos del coche y mantener un buen mantenimiento del sistema de escape son las mejores estrategias para superar la inspección sin problemas. Y recuerda: si notas un sonido extraño, no esperes a que llegue la ITV… tu vehículo y tus oídos te lo agradecerán.