Los peligros del efecto túnel en la conducción

Hay situaciones al volante que pueden resultar especialmente peligrosas, ya sea por malas prácticas, distracciones, mal estado de las vías o agentes externos a nuestra conducción.

Fecha: 25/05/2022
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Hay situaciones al volante que pueden resultar especialmente peligrosas, ya sea por malas prácticas, distracciones, mal estado de las vías o agentes externos a nuestra conducción. Por nuestra seguridad y la de los demás es importante conocer qué otros efectos y riesgos existen a la hora de conducir, y el llamado efecto túnel es uno de ellos.

¿Qué es el efecto túnel?

La visión periférica es la que nos permite ver lo que sucede de derecha a izquierda, sin necesidad de mover la cabeza de uno a otro lado. Ante una situación de peligro o amenaza nuestro cerebro nos avisa y nos hace reaccionar para evitarlo y protegerse de ese peligro.

Uno de los efectos, poco conocido, pero muy peligroso a la hora de conducir,  es el efecto túnel. Se trata de una pérdida de campo de visión periférica o lateral del conductor. Se reduce el ángulo de visión, limitándose a lo que tenemos delante y en el centro. Podríamos decir que nos quedamos ciegos en lo que se refiere a los obstáculos situados fuera de nuestro campo de visión periférica.

¿Qué lo provoca?

El efecto túnel está directamente relacionado con la velocidad: a más velocidad, menor es el campo de visión periférica

El espacio que habitualmente controlamos en parada es de 180° y al aumentar la velocidad de forma proporcional, empieza a mermar el ángulo de visión inicial, quedando reducido, prácticamente a la anchura del vehículo, como si estuviéramos circulando por una especie de túnel.

Otro de los detonantes asociados a este efecto puede ser una situación de ansiedad o estrés intenso, así como la presión física y mental en un momento determinado. La urgencia o prisa por llegar a un lugar hace que aumentemos la velocidad en zonas donde nos pueden sorprender cualquier obstáculo, ocasionando así un fatal accidente

Además, hay otros factores altamente peligrosos como el consumo de alcohol y drogas, que merman las capacidades de reacción y anticipación del conductor, provocando fatiga y agresividad y también la aparición de este efecto túnel.

Cómo evitar y cómo prevenir el efecto túnel

Aunque hay situaciones en las que es imposible evitar el efecto túnel, tener en cuenta una serie de aspectos puede poner mucho de nuestra parte para mermar su aparición y sus efectos:

  • Superar la velocidad permitida en cada vía o tramo de calzada siempre es un riesgo y un motivo de sanción económica importante. No tenemos más remedio que concienciarnos de que los límites de velocidad hay que respetarlos.
  • Los traslados en la ciudad o en carretera deben ser, en la medida de lo posible, calculados con tiempo. Debemos conocer el itinerario o la ruta más adecuada. Ahora, gracias a aplicaciones de navegación podemos saber con antelación el tráfico que podemos encontrar y el tiempo estimado de llegada. Esto nos ayudará a evitar ponernos nerviosos en el trayecto por no llegar a tiempo.
  • De otro modo, también es recomendable salir con antelación y conducir descansado.
  • En los atascos mantener la calma. Por mucho que te alteres, el resto de vehículos no va a desaparecer.

El peligro de la conducción por la noche

Por la noche siempre hay que reforzar las medidas en la conducción.

La oscuridad, el cansancio, la mala visibilidad o la escasa iluminación de algunas vías hace que tengamos que prestar más atención a las advertencias. Es lo mismo, si estamos en una calle de la ciudad o en una carretera secundaria o una autovía. Si nuestra conducción empieza a ser descontrolada, alcanzamos velocidades arriesgadas y fuera de límite, lo más probable es que se produzca este efecto túnel que no nos va a permitir tener todo el campo de visión necesario para una conducción segura sin riesgos.

Imagina que del lateral de una calle o de una calzada sale un animal o nos sorprende un obstáculo, no lo vamos a ver a tiempo y probablemente provoquemos un accidente.

El efecto túnel desde el ámbito mental

El mismo efecto que produce la alta velocidad a la hora de reducir nuestro campo de visión en la carretera, o un estado de ansiedad y estrés en las personas, hace que se genere una importante descarga de adrenalina. Una persona en este estado no es apta para la conducción, generando una conducta alterada, nerviosa y con una visión estrecha del momento.

Si en algún momento experimentas una situación similar, piensa antes de ponerte al volante, o si ves que una persona cercana puede estar en un momento de excesiva irritabilidad, aconséjale que es mejor que evite conducir.