¿Qué es un radar de tramo?
Cada vez estamos más concienciados de que la seguridad vial es un asunto de máxima importancia y que nos afecta a todos, da igual que seamos conductores o peatones y para ello continuamente se van actualizando medidas que se aplican en las vías de circulación, bien sea en carretera o núcleos urbanos.
Cada vez estamos más concienciados de que la seguridad vial es un asunto de máxima importancia y que nos afecta a todos, da igual que seamos conductores o peatones y para ello continuamente se van actualizando medidas que se aplican en las vías de circulación, bien sea en carretera o núcleos urbanos.
Una de las medidas tomadas en los últimos años son los radares de tramo, pero no son los únicos aspectos a tratar para conseguir que la circulación por las carreteras sea lo más segura posible. Las entidades y organismos, consideran que uno de los puntos a tratar es, sin duda, los límites de velocidad. Objetivo principal para reducir el número de muertos y heridos graves en accidentes de tráfico.
Sin duda es un asunto de todos y concienciar a la sociedad es una labor de los ciudadanos y sus gobiernos. Dentro de las enseñanzas que se aplican en educación vial, no sólo está el concienciar y esperar responsabilidad en los conductores, es pensar que la velocidad mata y los límites están para cumplirlos.
A pesar de todo esto las medidas más eficaces siempre resultan ser las sanciones si no se cumplen las normas, es por esto que los radares de tramo son cada vez más numerosos en toda nuestra geografía.
Tipos de Radares
Es posible que te sorprenda descubrir los tipos de radares que vamos a comentar y es muy útil que conozcas dónde y cómo están situados, a la vez de conocer su funcionamiento.
Conocemos los distintos tipos de radares de velocidad, en principio los fijos y móviles.
- Los radares fijos son los que se encuentran instalados en un punto determinado de la vía, bien en un pórtico o panel luminoso sobre la calzada o en el arcén dentro de una especie de pequeño armario.
- Los radares móviles. No tienen ubicación fija. Es más, puedes encontrarlos en un sitio de la carretera instalado y en unos meses ha cambiado de lugar. Se montan en el arcén igualmente, pero con un sistema menos permanente para poder moverlo con facilidad. Otra forma es dentro de vehículos que están en circulación. Estos vehículos corresponden a las fuerzas de seguridad del estado y tienen la competencia de controlar el tráfico y la velocidad.
Pero no son estos los únicos radares que debemos conocer.
Radar de tramo y otros radares
La DGT no usa sólo radares fijos o móviles para controlar y corregir el exceso de velocidad en las carreteras principales y secundarias.
Existen otros tres tipos de radares: los radares en drones, radares de helicóptero y radares de tramo.
Este tipo de radares no deja de ser del tipo móviles, la gran diferencia es que nos controla desde el aire. Esto les facilita tener otros ángulos de visión de lo que ocurre en el vehículo y, además de controlar la velocidad, es capaz de ver cómo es nuestra forma de conducir, si estamos infringiendo alguna norma, como, por ejemplo, haciendo uso del dispositivo móvil o no llevar el cinturón de seguridad. Resulta muy útil para controlar las distracciones al volante que empiezan a estar muy castigadas ya que provocan accidentes al igual que el exceso de velocidad.
El ya conocido radar aerotransportado Pegasus cumple perfectamente este cometido, cubriendo igualmente las vías secundarias, las de dos sentidos y los carriles de autovía y autopista en ambos lados. Está claro que toda esta cobertura es más difícil con radares convencionales.
El Radar de tramo. ¿Cómo funcionan?
Tienen un sistema totalmente distinto y casi podemos decir que no es un radar, ya que no emite ninguna señal hacia el vehículo, ni láser, ni radio para medir la velocidad instantánea del coche que pasa.
El radar de tramo funciona como un cronómetro. Lo que mide realmente es el tiempo de paso de un punto a otro, calculando la velocidad media que se ha tardado en recorrer.
Es bastante habitual que estén colocados en la entrada y salida de túneles, pero ya pueden estar en cualquier otro tramo que necesite esta medición y donde se haya detectado mayor incidencia de siniestros que tienen como causa la alta velocidad.
El radar capta la imagen de un vehículo al inicio del tramo y vuelve a capturar otra imagen al finalizar. Lo hace a través de cámaras con iluminación por infrarrojos que no son visibles al ojo humano y continuamente está tomando imágenes, tanto a la entrada como a la salida del tramo. Después, clasifica los datos obtenidos de los vehículos y evalúa si hay que aplicar alguna sanción al conductor que haya superado la velocidad permitida.
El radar de tramo no sólo registra los vehículos que superan la velocidad permitida en esa zona, también sirve para conocer la intensidad y características de la circulación, el control de vehículos con mercancías peligrosas y otras alarmas de tráfico.
Todos estos radares ayudan a tomar diferentes medidas que siempre serán aplicadas si de lo que se trata es de crear conciencia, fomentar la responsabilidad y en definitiva salvar vidas.