Pastillas de freno: cómo saber si están cristalizadas y qué hacer
En el artículo de hoy, continuamos con cuestiones relacionadas con el sistema de frenado. Hablaremos de las pastillas de freno y de qué ocurre en algunos casos por los cuales deja de frenar de manera efectiva. El fenómeno de la cristalización de las pastillas no es algo nuevo, si bien una de las causas que lo hacen posible se ha incrementado conforme aumenta la presencia de vehículos con motorización eléctrica.
En el artículo de hoy, continuamos con cuestiones relacionadas con el sistema de frenado. Hablaremos de las pastillas de freno y de qué ocurre en algunos casos por los cuales deja de frenar de manera efectiva. El fenómeno de la cristalización de las pastillas no es algo nuevo, si bien una de las causas que lo hacen posible se ha incrementado conforme aumenta la presencia de vehículos con motorización eléctrica.
Funcionamiento del sistema de frenos de disco
El sistema de frenos de disco, explicado de manera simple, se compone de tres partes básicas. Un disco metálico, que está instalado en el mecanismo de la rueda y gira solidario con ella. Unas pinzas de freno, que lo acompañan y van sujetas de manera que se posicionan en ambos lados del disco y unas placas de fricción o pastillas, que van instaladas dentro de las pinzas.

Un sistema de discos de freno inicia su funcionamiento en el momento en que el conductor del vehículo pisa el pedal del freno. En ese momento, una bomba hidráulica actúa de forma inmediata y hace que los líquidos de freno puedan pasar de forma directa hacia las pinzas de freno. Esta acción transmite la presión haciendo que los pistones internos de la pinza se movilicen, empujando al mismo tiempo las pastillas.
Las pastillas se encargan de producir la fricción sobre el disco de freno y generar la resistencia necesaria para reducir la velocidad de giro del disco con respecto de las pinzas y pastillas, consiguiendo así, que cuando se pise el pedal de freno, se detenga el vehículo. A cambio tenemos un desgaste de los elementos de fricción, en mayor medida de las pastillas y de manera más tardía de los discos.
La eficacia de los frenos de disco se debe a que están completamente expuestos y gracias a esto, además de posibles aletas, perforaciones o ranuras, reciben aire continuamente, que se traduce en una buena disipación del calor que se genera por la fricción. Por este motivo pueden ser sometidos a cargas altas de trabajo, pues tardan en fatigarse.
Según el tipo de uso para el que esté destinado el vehículo, existen varios tipos de discos de freno, bien siendo diferentes tanto en material como en estructura. Ocurre lo mismo con las pastillas, las cuales pueden tener un tipo de compuesto de material de desgaste u otro en función del uso al que esté predestinado, dado que pueden soportar distintos niveles de temperatura sin perder eficacia.
Cristalización de las pastillas
Las pastillas de freno cristalizadas son aquellas que han sufrido un endurecimiento de su superficie debido a frenadas con altas temperaturas (450ºC – 700ºC), ocurre en situaciones tales como descensos de puertos de montaña o en condiciones de conducción deportiva con cambios de ritmo constantes y altas deceleraciones. Esto puede generar chirridos y un tono azulado en la superficie.

¿Por qué ocurre esto?
Cuando los elementos de fricción están en contacto de forma prolongada y sin descanso, a temperaturas superiores a 350ºC normalmente, algunos contenidos del compuesto se queman, formando en primer lugar una fina película brillante sobre la pastilla, perdiendo fricción y eficacia en el contacto. Esto también hace que la carrera del pedal se haga más larga pues, pisando más duramente, el freno no actúa como haría en condiciones normales, a consecuencia de la cristalización. Si una vez está presente el problema en su fase inicial no se toman medidas para mitigarlo, el problema se agrava hasta producirse la carbonización completa, generando gases y humos.

Qué hacer en caso de cristalización de pastillas
Llegado el momento en el que es posible apreciar que las pastillas de freno están cristalizadas, existen varios remedios o soluciones. Lo primero que se debe hacer es dejarlo en manos de profesionales, ya que manipular este tipo de piezas lleva consigo riesgos para la salud por el polvo que desprenden, entre otras cosas. Una persona con la formación necesaria será capaz de evaluar el daño y valorar si es posible eliminar esa capa superficial mediante un cuidadoso uso con la fricción normal de una frenada a temperatura en márgenes habituales de servicio, o si fuese necesario, realizar la sustitución de las pastillas por otras nuevas. En cualquier caso, se recomienda revisar los discos y componentes principales del sistema con asiduidad para eliminar posibles anomalías y verificar el correcto estado de funcionamiento.
Podemos concluir con la importancia de actuar rápido cuando ocurre este fenómeno. Hacer caso omiso podría agravar la situación, dando lugar a averías mayores en el sistema de frenos, traducidas generalmente en un deterioro de la seguridad en orden de marcha y en un incremento de la factura de reparación.