El peligro de conducir con viento

Los buenos conductores deben tener en cuenta cualquier adversidad que se pueda producir durante la conducción, bien sea por elementos externos o del propio vehículo.

Fecha: 08/09/2022
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Una de las situaciones que nos podemos encontrar en cualquier época del año y en cualquier vía es tener que conducir cuando sopla el viento.

La aparición de rachas de viento en nuestro viaje hace que perdamos seguridad al volante y, por lo tanto, el control del vehículo.

En esos momentos, ¿qué nos puede suceder?

Una fuerte racha de viento puede hacer que se modifique la trayectoria del vehículo, llevarnos hacia la mediana o, incluso, golpearnos con otro coche y sacarnos de la carretera.

Existen señales de tráfico que nos avisan de algunas zonas donde es más frecuente la aparición de ráfagas de viento, incluso hay instaladas mangas de viento al borde de la carretera que te ayudarán a detectar su dirección. Sobre todo, las verás en autopistas y autovías. En otras situaciones bastará con fijarse en los árboles para ver desde dónde viene el viento.

Sin estos elementos de señalización también podrás notar por dónde afecta a tu vehículo el efecto del viento fuerte. Si le cuesta avanzar, el viento vendrá de frente y, si por el contrario, notas mayor impulso, el viento empuja de cola.

Ten en cuenta que todo esto variará según la trayectoria de la vía y el cambio de posición según las curvas, que hará que la dirección del viento sea distinta.

La situación que te puede sorprender es, cuando el viento está muy racheado y, esto puede hacer que pierdas el control más fácilmente.

Consejos para controlar tu vehículo en situaciones de viento fuerte

Efecto pantalla

Pon especial atención a este fenómeno que se produce cuando el viento hace efecto pantalla en momentos puntuales como es en el adelantamiento de vehículos pesados, a la salida de un túnel o al sobrepasar edificios grandes.

Asegurar el agarre del vehículo

Lo conseguiremos reduciendo la velocidad y usando marchas más cortas. Esto te permitirá aumentar la capacidad para controlar el coche.

Agarra el volante con fuerza

Para evitar que en los cambios de marcha y acompañado de repentinos golpes de viento se produzcan bandazos, deberás sujetar el volante con firmeza y hacer movimientos lo más suaves posible para intentar corregir el empuje del viento con el volante.

Circular por el centro del carril

Si es posible y estás en vías cuya anchura lo permite, colócate en el centro del carril para evitar que el viento te empuje hacia los extremos del mismo y te saque a la cuneta. Pon especial cuidado en las vías secundarias que son más estrechas. Aquí la velocidad debe ser muy controlada ya que tendrás menos espacio para reaccionar. Si vas a cruzarte con ciclista revisa las normas básicas que has de tener en cuenta.

Mucha precaución en los adelantamientos

Es una maniobra peligrosa en situaciones de viento fuerte. Por ello deberás calcular el tiempo que emplearás en el adelantamiento, las condiciones y la dirección del viento.

No es lo mismo que venga de frente, donde te frenará la velocidad del coche. O si el viento es lateral, ya que se complica la ejecución del adelantamiento, sobre todo si adelantas a camiones o autobuses. En ese momento el viento desaparece y tu posición de firmeza al volante hará que te acerque demasiado al vehículo adelantado. Lo mismo ocurre si el viento viene de la izquierda.

Si vas en moto con viento deberás llevar la visera de tu casco bajada en todo momento ya que el viento puede arrastrar pequeñas partículas que pueden resultar molestas e incluso llegar a producir un accidente. Consulta estos consejos sobre de cómo limpiar el casco de tu moto.

En conclusión, toda precaución es poca a la hora de sobrellevar momentos inesperados en la carretera como es un repentino viento fuerte que pueda hacer que perdamos el control.

Recuerda que siempre hay que mantener la calma, reducir la velocidad y no arriesgarse en los adelantamientos.